Cómo acompañar a un ser querido con afasia: claves para la vida diaria
Cuando un familiar sufre un accidente cerebrovascular, un traumatismo o una enfermedad que provoca afasia, la vida cambia no solo para la persona afectada, sino para todo su entorno. La afasia no es una pérdida de inteligencia: es una dificultad para comunicarse a través del lenguaje. Eso significa que la persona sigue siendo la misma, con sus emociones, recuerdos y personalidad intactos, aunque tenga obstáculos para expresarse o comprender.
Acompañar a alguien con afasia puede ser un reto, pero también una oportunidad para reforzar vínculos, encontrar nuevas formas de comunicación y aprender juntos a adaptarse.
Entender para acompañar mejor
El primer paso es comprender qué es la afasia. Dependiendo del tipo, puede que tu ser querido hable poco y con esfuerzo, que diga frases sin sentido, o que simplemente no encuentre las palabras. Esto puede generar frustración y ansiedad, tanto en el paciente como en la familia.
Saber que se trata de un problema de lenguaje y no de pensamiento ayuda a mantener la paciencia y a evitar malentendidos. La persona con afasia sigue teniendo opiniones, deseos y necesidades; solo necesita nuevas vías para expresarlos.
Estrategias de comunicación en casa
Pequeños ajustes cotidianos pueden marcar una gran diferencia:
- Habla despacio y con claridad. Frases cortas y simples son más fáciles de entender.
- Usa gestos, dibujos o fotos. El lenguaje no verbal se convierte en un gran aliado.
- Dale tiempo para responder. No termines sus frases, incluso si adivinas lo que quiere decir.
- Reduce distracciones. Conversar en un entorno tranquilo facilita la concentración.
- Valora cualquier intento de comunicación. A veces una palabra, una seña o una mirada dicen más que un discurso completo.
Recuerda que la comunicación es un camino de doble vía: no solo importa hablar, sino también escuchar con empatía.
El valor de la terapia
La terapia del lenguaje es el tratamiento principal para la afasia. Asistir regularmente y practicar en casa refuerza los avances. Participar como familiar en algunas sesiones puede darte herramientas prácticas para el día a día.
Además, muchos profesionales recomiendan el uso de Sistemas Alternativos y Aumentativos de Comunicación (SAAC), como tableros de pictogramas, aplicaciones móviles o dispositivos electrónicos que convierten texto en voz. Estas herramientas reducen la frustración y permiten mantener conversaciones más fluidas.
El cuidado emocional
La afasia no solo afecta la forma de hablar, sino también la autoestima y la vida social. Es común que las personas con afasia se sientan aisladas o incomprendidas. Aquí, el papel de la familia y amigos es vital:
- Anímalos a participar en reuniones y actividades, aunque hablen poco.
- Reconoce sus logros, por pequeños que sean.
- Evita tratarlos como niños; necesitan respeto y dignidad.
Tener paciencia y mantener el sentido del humor ayuda a reducir la tensión y a reforzar el vínculo afectivo.
Una nueva forma de conexión
Acompañar a un ser querido con afasia es un camino lleno de retos, pero también de aprendizajes. Requiere creatividad para encontrar formas alternativas de comunicación, resiliencia para enfrentar los momentos difíciles y mucho amor para sostener la esperanza.
Con apoyo terapéutico, estrategias en casa y comprensión familiar, es posible reconstruir puentes de comunicación y seguir compartiendo momentos valiosos. Porque, al final, la afasia puede limitar las palabras, pero nunca los sentimientos que nos unen.

